viernes, 22 de febrero de 2013

Última vuelta


Pasan soles y lunas por las pupilas, el pecho se enoge, en silencio, esperando el pitido que conecta la mente con el oído. Pasan soles y lunas tras las cortinas, las manos secan esperanzas fugitivas. Pasan soles y lunas...
El iris no brilla, diecinueve soles, quince lunas, la locura continúa.
Un ciempiés camina por los senderos de los sesos, cada pata deja su idea y me emborracho con el cóctel de sus huellas. Me dejo guiar por la estela. Quiero llegar a su cabeza. Meterme en sus ojos y averiguar su meta. Se enreda y sólo veo suelas. Se repite un pasado difuso cayendo en los posibles embudos de futuros. Si pudiera fundirlo en uno y desviarlo a tu quimera. Concederme un sol o una luna, o el pequeño instante de la primera o última estrella.
Queda poca arena... no se si acabaré en el desierto enterrada por ella o tendré que llenar el universo que deja.
Se van soles y lunas, y no se que me espera.

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