martes, 4 de febrero de 2014

Ensoñando el ser del ser

Sin haber tomado forma, todavía... ya eres. Agarrada de la mano de Morfeo, aprietas suave y firme mi vientre, recordando que de mi depende tu revelación consciente. Tu esencia es profundamente humilde, tu sencillez deja desnuda la magnitud de la inocencia que te eleva y eleva... Sumergidas en la matriz, nos vamos conociendo. Me enseñas sin palabras, que el presente eterno se escapa con pensamientos, y que observando, lo mantenemos. Soy tus ojos, tú, mi visión. Soy tu oído, tú mi sensación. Soy el cuerpo, y tú, bella mía, eres la presencia pura de la energía constante, aguardando... su expresión.

Nexo afín

Nada saben de ti mis cinco sentidos. No sé a qué huele tu piel, ni cuánto brilla tu mirada, mi oído jamás recibió tus palabras, nunca saboreé tu sonrisa ni acaricié tu cara. Y sin embargo… todo eso ya lo he hecho, está ocurriendo y sucediendo. Ese recuerdo presente que ocurrirá, se me escapa continuamente. Como un segundo que está y se va. Como un bucle escondido que lo es todo y por ser todo, demasiado grande para dejarse atrapar. Y es entonces cuando abandono y la nada importa y gano todo. Sentada en mí te siento sentado. Te acomodas en mi alma y ambas psiques se aúnan en esencia enredándose sentimientos de cumbres de montañas. Y allí acampamos dilatando la energía, contemplando los filamentos que atan cada gota de vida. Allí me uno a ti en el delirio extático…
Allí…
…Aquí…
…Ahora
…Nos volvemos eruditos del infinito indefinido, definiendo…