Guarida

Algún día estaré en un campo verde, muy verde. Será tan grande que no se verá nada más a lo lejos. Sobre él se extenderá un cielo azul en el que nadarán nubes blancas y esponjosas. Allí, tumbada, mi única preocupación será buscar formas ya inventadas y las que aún están por inventar. Allí, llegaré a mezclarme con las formas y colores hasta confundirme en un mar de realidades y sueños. Seremos uno, seré feliz.

 Nada más.