martes, 13 de febrero de 2018

Carta para Mamá

He llegado a la conclusión de que me gusta picarme contigo, sí, como hacía con Fran, como hago con Santi o con los que quiero. Ese chinchar, no lo llamemos más "reproche", es una palabra muy fea de adultos. Así crecemos, aprendemos. Porque lo que hoy me fastidia a mí mañana seré yo quien peque de eso, y viceversa!
Lo reconozco, soy pocas veces cariñosa en cuanto a mimos, solo me sale hacerlo cuando tengo un novio, que le voy hacer! Salí a Fran...haha. Pero no por eso no queremos o queremos menos, mostramos nuestro amor de otras formas, con hechos, compartiendo nuestras experiencias o, en mi caso, mi pensamiento. No con mucha gente lo comparto, sólo con quien puede entenderlo o comprenderlo. Aunque éste sea desde el lado más pesimista, aunque sea Freudiana a más no poder...te lo cuento como amiga. No los comparto como latigazos, no son esas las intenciones. Los comparto porque adoro pensar y conectar cosas, llegar a la raíz, comprender, desde los dos lados, siempre. Y cuando no puedo ser actriz y no puedo "dar" espectáculos, "doy" mi mente. A veces las formas pues son raras, o con lágrimas o desde el éxtasis...pero soy así. Es mi forma de dar las gracias y... sí, mi forma niña. Los maestros, tú, la gente con mente abierta y deseosa de aprender, me elogiabais y os alegrabais cuando tenía esas ideas, o preguntas, o conclusiones (mira la niña como piensa!). Paso horas y horas pensando, analizando para entender y comprender, y perfeccionar, eso se me da bien (Como cuando un niño pasa horas practicando un salto innovador y se lo muestra bien hecho a su mamá, y ve en los ojos de ella un brillo y amor y orgullo hacia su hijo, como llena esa mirada!!), para luego mostraros los resúmenes y conclusiones. Para haceros grandes, empáticos, tolerantes y para ir siempre a las mejores conclusiones opciones, decisiones, la mejor solución. Ese es mi entrenamiento desde niña, abandonado un poco en la adolescencia. Esa es mi esencia. Por eso adoro el teatro (y porque no he encontrado otra afición que encaje tan bien con mi mente). Porque allí comprendo cada personaje, al más bueno y al más malo, allí los puedo defender sin importar la moral, sin jueces. Allí estoy en equilibrio...me siento en Casa, me siento segura. Y creo en lo que hago y en la historia, porque es verdadera.
No puedo hacer algo en lo que no creo o no comprendo, o que comprendo pero no lo veo lógico para mí, porque no brillan los ojos, no me creo y no me creen, enfermo, muero por dentro.
Mi sueño es estar con mi familia a mi lado (familia con la que nací y familia que fui añadiendo), sentirlos, verlos, felices y sin sueños reprimidos, que brillen vuestros ojos! porque sino no me lo creo... Es encontrar ese amor perdido y no perderlo, no estropearlo. Y crecer como persona, comprendiendo, aprendiendo, pensando. Y hacer teatro con gente que crea en lo que hace, que sienta como familia y amigos al equipo, que no se acomoden en hacer un suficiente, que juguemos y hagamos la mejor función, disfrutándola, sintiéndola, sientiéndonos y sintiéndolos. También cine, series..actriz con el mejor equipo.
Y ser felices, disfrutar y disfrutarnos, con cariño, con chinches, con sueños, ilusiones, orgullo por los nuestros y por nosotros...porque...sinceramente, nos lo merecemos.
No puedo creerme camarera, promotora...esas cosas. Porque para mí es una involución, es retroceder, es bajar. Porque tengo metas muy altas y aunque en mis acciones no se vea, yo he subido y subido (y no pararé de subir! porque no me da miedo, sólo tengo vértigo al bajar)(aunque a ojos e otros sea bajar, o depresión...) La introspección eleva. Y todo cuanto he hecho, todas esas locuras como decís, ha sido para hacerme fuerte. Y así me veo. Dispuesta para actuar. Trabajar en otras cosas para mí es perder el tiempo, sino es para disfrutar, amar, crear (actuar) o crecer, lo empleo en pensar. Sino puede crecer abajo (como "profesional" en lo mío), creceré arriba (como persona y "estudiante").
Te pido perdón porque tengo 27 años, 9 años "siendo adulta" y no llego a tres meses trabajados (y que cansada me siento a veces, cuanta responsabilidad, cuanta lucha en mi mente!!). Pero...no puedo trabajar en lo que no quiero, en donde no crezco, donde no hay "familia", ni arte de por medio, y donde encima anulan el pensamiento.
Soy actriz, hija, hermana, nieta, sobrina, amante, filósofa, pensadora, teórica, inventora, pintora, escultora, escritora, poeta, libre, genia...! y sí, podré aceptar una tarea de un trabajo por la curiosidad que tenga o por el placer de aprenderla y vivirla, pero cuando ya sepa como funciona, cuando absorba lo que me interesa de ello, no podré continuar, porque mi yo más profundo se niega a seguir, se rebela, para él es perder el tiempo, seguir en una rueda sin rumbo a un deseo...por eso abandono, porque no veo el Fin ni su fin, y me siento que me ahogo en ese mar, pierdo fuerza y no hay nada que lo encienda, es para mí un estanque, y del estanque no se puede beber, es agua muerta. funciono por amor. Y cuando se va el amor yo no puedo mentir. Es eso...básicamente.
A menudo muchas parejas, cuando se va el amor y ya han intentado todo, deciden tener un hijo, pensando que eso les unirá. Así hay tantos niños con padres separados (no generalizo, son muchos los motivos claro está). Hay niñas huérfanas porque alguna madre la tuvo con la esperanza de que la niña avivase su ilusión por la vida. Yo siento a esos niños...Porque alguna vez perdí la ilusión y no quiero que eso suceda. 
Por eso soy inconstante, por eso voy de flor en flor...porque no quiero atarme a nada que me destruya, o que destruya mi ilusión...La niña por la que lucho soy yo, eres tú...soy todas aquellas personas que murieron sin cumplir su sueño. Que perdieron su vida, su tiempo, regalando como esclavos su cuerpo, su mente...por cumplir sueños ajenos que no tienen sentido para ellos.

12.02.18
Tamara Barja

No hay comentarios:

Publicar un comentario