Nada saben de ti mis cinco sentidos. No
sé a qué huele tu piel, ni cuánto brilla tu mirada, mi oído jamás
recibió tus palabras, nunca saboreé tu sonrisa ni acaricié tu
cara. Y sin embargo… todo eso ya lo he hecho, está ocurriendo y
sucediendo. Ese recuerdo presente que ocurrirá, se me escapa
continuamente. Como un segundo que está y se va. Como un bucle
escondido que lo es todo y por ser todo, demasiado grande para
dejarse atrapar. Y es entonces cuando abandono y la nada importa y
gano todo. Sentada en mí te siento sentado. Te acomodas en mi alma y
ambas psiques se aúnan en esencia enredándose sentimientos de
cumbres de montañas. Y allí acampamos dilatando la energía,
contemplando los filamentos que atan cada gota de vida. Allí me uno
a ti en el delirio extático…
Allí…
…Aquí…
…Ahora
…Nos volvemos eruditos del infinito indefinido, definiendo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario